EDUCACIÓN DOMICILIARIA

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  Conectivismo: Teoría de Aprendizaje Es una teoria de aprendizaje para la era digital, basada en las limitaciones del cognitivismo, conduct...

domingo, 25 de octubre de 2020

Clase 1 - PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN DE LA SALUD

 Hoy comenzamos a transitar estos  cuatro encuentros de  reflexión y concientización acerca de la salud como derecho humano fundamental y, de nuestro rol activo como ciudadanos en la búsqueda permanente de una mejor calidad de vida.

En esta coyuntura que nos toca vivir, la salud ocupa un lugar central en la agenda de los gobiernos a nivel mundial y obliga a la sociedad a asumir un papel de empoderamiento, necesario para frenar la pandemia. Las transformaciones que ha imprimido a la dinámica social aún no es posible dimensionarlas, ya que  estamos atravesando el momento crítico en términos de aislamiento social.

Es tiempo de actuar con responsabilidad y de analizar críticamente nuestras conductas individuales para colaborar solidariamente en la lucha contra este mal del siglo XXI.

Como solo serán cuatro clases la idea es compartir material de lectura para abordar los temas de este eje o unidad. Mi intención no es redundar en conceptos conocidos por todos y, sobre los cuales abunda bibliografía, sino sintetizar dicha información para focalizarnos en el rol que, como trabajadores de la educación tenemos en la misión de promocionar un estilo de vida saludable.

La amplitud y complejidad hace necesario  un recorte mínimo desde lo teórico, no obstante, nuestra experiencia de trabajo ofrece un abanico de situaciones que nos permitirán pensar esta función que como docentes estamos obligados a asumir.

 

" Comenzamos con un concepto en apariencia sencillo de describir, sin embargo, en un texto anexo, el enfoque antropológico echa luz sobre esta noción que, evidentemente tiene múltiples aristas."

 

¿Qué es Salud?

La salud, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.

Esta definición es el resultado de una evolución conceptual, ya que surgió en reemplazo de una noción que se tuvo durante mucho tiempo, que presumía que la salud era, simplemente, la ausencia de enfermedades biológicas.

A partir de la década de los cincuenta, la OMS revisó esa definición y finalmente la reemplazó por esta nueva, en la que la noción de bienestar humano trasciende lo meramente físico. La Organización Panamericana de la Salud aportó luego un dato más: la salud también tiene que ver con el medio ambiente que rodea a la persona.

El doctor Floreal Ferrara tomó la definición de la OMS e intentó complementarla, circunscribiendo la salud a tres áreas distintas:

  • Salud física. Corresponde a la capacidad de una persona de mantener el intercambio y resolver las propuestas que se plantea. Esto se explica por la historia de adaptación al medio que tiene el hombre, por lo que sus estados de salud o enfermedad no pueden estar al margen de esa interacción.
  • Salud mental. El rendimiento óptimo dentro de las capacidades que posee, relacionadas con el ámbito que la rodea. La salud radica en el equilibrio de la persona con su entorno de ese modo, lo que le implica una posibilidad de resolución de los conflictos que le aparecen.
  • Salud social. Representa una combinación de las dos anteriores: en la medida que el hombre pueda convivir con un equilibrio psicodinámico, con satisfacción de sus necesidades y también con sus aspiraciones, goza de salud social.


Fuentes:

 

"Les dejo un PDF que sintetiza las similitudes y diferencias entre prevención y promoción con el propósito de fundamentar la presencia de la institución escolar en esta línea de acción."

"Ahora estamos en condiciones de leer este texto."

 

Artículo de reflexión

Educación para la salud: una mirada desde la antropología

Laura Elizabeth Castro Jiménez MSc.1 Mauricio Rincón Moreno MSc.2  Dustin Tahisin Gómez Rodríguez MSc.3

Recibido: 27 de agosto de 2015 • Aprobado: 11 de septiembre de 2016

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS), en el preámbulo de su constitución en 1946, define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” (1, p.100). Aunque esta definición sigue vigente, se han reevaluado la salud y la enfermedad como estados; se consideran, por el contrario, un proceso que depende de la interacción de múltiples factores: sociales, políticos, económicos, culturales y científicos, como lo menciona la misma OMS y se relaciona este proceso con los determinantes sociales de la salud que “son las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, incluido el sistema de salud”. Esas circunstancias son el resultado de la distribución del dinero, el poder y los recursos a nivel mundial, nacional y local, que dependen a su vez de las políticas adoptadas por los diferentes sistemas de salud y las políticas que los diferentes países desarrollan en el campo de la salud pública

En este sentido, Briceño-León, Minayo y Coimba en su ponencia “Bienestar, salud pública y cambio social” en Rio de Janeiro, afirman que “la salud es una síntesis; es la síntesis de una multiplicidad de procesos, de lo que acontece con la biología del cuerpo, con el ambiente que nos rodea, con las relaciones sociales, con la política y la economía internacional” (3, p.15). Siguiendo la misma línea, Scaramelli, Tarble, Zent, Stanford, Perrin et al. hablan sobre la salud como un entramado de factores externos que influyen sobre el individuo, y llegan incluso a hacer referencia a la cosmovisión De esta manera, el proceso salud-enfermedad es un fenómeno social, que no se puede explicar de una manera lineal, sino desde la complejidad de las interacciones que se dan, y responde además a una condición histórica, pues en cada momento, cada grupo poblacional tiene una visión particular de entenderla y enfrentarla

Reconociendo el carácter histórico del pro-ceso salud-enfermedad, se comprenden los cambios que se han dado a través del tiempo en el perfil demográfico y epidemiológico, que no se explican por los cambios biológicos ocurridos en la población ni por la evolución de la práctica médica. Lo anterior se ejemplifica al comparar perfiles epidemiológicos de países que tienen distintos niveles de desarrollo de fuerzas pro-ductivas y relaciones sociales de producción, o en el hecho de que las diferentes clases sociales de una misma sociedad se enferman y mueren de modo distinto; es así como el proceso salud-enfermedad es una construcción social.

Lo anterior indica que cada época histórica corresponde a una estructura irrepetible de poder, técnicas, ideas, valores, costumbres, creencias y normas, en la que la concepción de ser humano dentro de la integración compleja de estos factores señala el norte para generar las acciones orientadas a mejorar las condiciones del proceso salud-enfermedad; es imprescindible reconocerlos para generar estrategias que lleven al efectivo cuidado de la salud y se traduzcan en el mejoramiento de las condiciones de calidad de vida de la población.

Proceso salud-enfermedad a partir de Canguilhem

Para comprender la noción de enfermedad, este documento retoma la aproximación de Canguilhem quien señala tres concepciones: ontológica, dinámica y social.

La concepción ontológica (mágica-religiosa-bacteriológica), describe la enfermedad como un ente independiente que es capaz de generar cambios en el individuo; se establece un para-lelo entre enfermedad y mal. A partir de esta concepción se percibe la perdida de la salud como algo relacionado con términos mágicos, esta concepción ha estado presente en numerosas culturas americanas como la Kichwa del Ecuador, donde la salud es sinónimo de armo-nía con la tierra y la enfermedad es la ruptura del equilibrio entre la tierra y el hombre; la Aymara de Bolivia, donde la enfermedad es un desequilibrio fisiológico y social que puede ser originado por un cuerpo extraño o por la voluntad de los dioses como consecuencia de una serie de faltas (pecados) que pudo haber cometido el individuo, igualmente puede resultar de la acción de los hechiceros; las Shipibo-Conibo y Asháninca, comunidades indígenas amazónicas, donde la salud o enfermedad está dada por el equilibrio hombre/espíritu, hombre/familia, hombre/grupo social, hombre/ naturaleza; la Tukano, en Colombia, donde la enfermedad es una alteración de la relación del ser humano con la naturaleza. Para el indio Cuna, la enfermedad es el resultado de la lucha entre las fuerzas del mal y el hombre. Los espíritus malignos están por todas partes, siempre dispuestos a hacer daño al ser humano; en la visión de la tribu Huichol de México, las causas de todas las enfermedades y de la muerte que no son atribuidas a la vejez, han de encontrarse en lo sobrenatural. Existe la creencia de que algunas deidades ofendidas envían enfermedad-des por haber faltado a un ceremonial obligado. Una segunda causa de enfermedad es la brujería o magia malévola, y un tercer peligro para la salud y la vida es la “pérdida del alma”(7). En los trabajos de Chamorro y Tocomal, y Fernández se hacen aproximaciones ontológicas al concepto de enfermedad a través del desarrollo de modelos etnográficos (8, 9). De igual manera, la concepción dinámica, también conocida como natural u holística implica que tanto la salud como la enfermedad están regidas por leyes naturales y reflejan la influencia ejercida por el medio y las condiciones higiénicas; es decir, la concepción de tipo naturista, ya no ontológica sino dinámica de la enfermedad, contempla la salud como el resultado de una relación armoniosa entre el hombre y su ambiente.

Por último, el enfoque de tipo social, hace referencia a que tanto la salud como la enfermedad son fenómenos complejos, que no solo se limitan a fenómenos de tipo biológico, sino que también influyen procesos de tipo cultural, político y hasta económico, lo que implica con-notaciones de tipo social; es más, las condiciones culturales y políticas condicionan las prácticas en salud, en diferentes épocas.

Educación para la salud

La promoción de la salud y la prevención de la enfermedad se han convertido en las acciones primordiales que se deben trabajar en las poblaciones desde diferentes concepciones, debido a que las intervenciones en procesos de salud-enfermedad que en la actualidad se realizan llevan a un desafío más allá del sector salud por las implicaciones que tienen en los costos económicos y sociales para su mantenimiento; en las consecuencias que tienen en los individuos en términos de indicadores de expectativa de salud, entendido este indicador como el tiempo que los individuos llevan una vida libre de discapacidad, trastornos o enfermedades crónicas, y en las características propias de la comunidad .

De esta manera, la promoción de la salud se constituye en un desafío porque “radica en la participación efectiva y concreta de la comunidad en la fijación de prioridades, la toma de decisiones y la elaboración y puesta en marcha de estrategias de planificación para alcanzar un mejor nivel de salud”. En otros términos Díaz, Martínez y Cumsille, indican que las acciones que se deben trabajar en el proceso de salud-enfermedad deben iniciar desde el propio individuo, debido a su construcción social e histórica, para así impactar positivamente a la comunidad, en donde juega un papel fundamental la participación, comprendida como la generación de acciones desde el individuo en su vida y en su comunidad; proceso en el cual el empoderamiento de la comunidad está ligado a la participación y a la consolidación de las estructuras participativas . Por ello, frente a los efectos de las actividades participativas en la efectividad de la promoción en salud, Dye, Boerma, Evans, Harries, Lienhardt y McManus, en su investigación describen cómo los procesos que se realizan por medio de la interacción entre actores, cumplen un rol fundamental para mejorar la calidad de vida de la comunidad.

Es así, como la educación para la salud per-mite realizar las acciones de promoción de la salud y prevención de la enfermedad, teniendo como eje al individuo al interior de su contexto social e interpretando la construcción social e histórica del proceso salud-enfermedad, y se concentra cada vez más en el aprendizaje y en el proceso de fortalecimiento de la autonomía lo cual ofrece más oportunidades a las personas de todos los países y comunidades, en todas las dimensiones clave del desarrollo humano, hasta la libertad personal para controlar y mejorar sus propias vidas .

Aunque se ha insistido en la importancia de las acciones promocionales y preventivas, aún se sigue con indicadores de morbilidad y mortalidad elevados, e implementando acciones rehabilitadoras y, en algunos casos, paliativas cuando la enfermedad está ya instaurada y avanzada en su proceso clínico. De las investigaciones de la OMS, la United Nations Edu-cational, Scientific and Cultural Organization (Unesco, por su sigla en inglés) y Naciones Unidas, se puede inferir que quienes están más predispuestos a tener mala salud no son únicamente los más pobres, sino quienes tienen el menor nivel de educación; por ende, la educación en salud, beneficia a individuos y comunidades de modo significativo.

Por consiguiente, no es posible hablar de formación y educación sin antes dar una mirada antropológica a este asunto; para ello es necesario reconocer cómo la concepción de ser humano es dinámica y cambia de acuerdo a la época y a las diferentes culturas donde se desarrolle, para así generar un proceso educativo exitoso que dé cuenta de las variables sociales, políticas y culturales. Es a través del conocimiento y el estudio del hombre y sus dimensiones, que se puede hablar de la formación y la educación; debido a que es ese hombre en todas sus dimensiones el que se educa y está en constante formación. Es así, como a la relación entre antropología y educación se la ha llamado: antropología pedagógica o antropología de la educación.

 

Actividades

1. A partir de la lectura “Educación para la salud: una mirada desde la antropología”, sintetizar la información eligiendo una de las siguientes opciones:

- Síntesis o resumen.

- Mapa conceptual.

- Power Point.

2. Si consideramos que la salud (como plantea el texto) está atravesada por condicionamientos sociales y culturales, ¿De qué manera impactan estas variables en el contexto educativo donde Usted trabaja? (escuela, alumnos). Puede incluir alguna observación relacionada con la educación virtual en tiempos de cuarentena

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