Hola chicos, después de larga ausencia nos volvemos a encontrar para ya ir cerrando nuestro Módulo. Les cuento que después de desarrollar el tema que nos queda, nos prepararemos para el examen final, sería bueno que todos aquellos que estén atrasados con la entrega de trabajos lo hagan así pueden quedar como alumnos regulares. El tema que nos convoca es la oralidad, y cómo debemos exponer un tema. ¿Comenzamos?
CÓMO EXPONER UN TEMA ORALMENTE
A menudo, quienes transitamos por las aulas, nos enfrentamos con la tarea de exponer un texto: el alumno que tiene que dar cuenta de lo aprendido o dar a conocer un tema a sus compañeros, o el docente que tiene que explicar un tema o dar cuenta de una investigación a su comunidad de pertenencia.
Más allá de las diferencias entre los distintos textos, de acuerdo al tipo de destinatario y a la intención que se persigue, ¿qué debemos tener en cuenta en el momento de la exposición?¿qué estrategias desarrollar?
En primer término, debemos considerar dos cuestiones fundamentales:
- La naturaleza de la lengua oral, es decir, lo efímero y lo inmediato del discurso y en consecuencia las dificultades que la misma naturaleza de la oralidad acarrea al interlocutor.
- La intención de este tipo de discurso. Al ser un acontecimiento comunicativo propio del ámbito académico, constituye uno de los medios más comunes de divulgación de información.
Ambos aspectos están relacionados: es necesario tener en cuenta las dificultades que puede ofrecer al oyente la naturaleza de la lengua oral para que pueda cumplirse con éxito el segundo aspecto, es decir, que pueda aprovechar la información que se le brinda.
Pero además de estas cuestiones, tanto quienes comprenden o producen una exposición oral, deben atender a una serie de aspectos de carácter cognitivo:
- Conocimientos previos pertinentes y suficientes
- Conocimiento de terminología específica
- Capacidad para reconstruir la macroestructura (el tema) del texto.
- Capacidad para distinguir lo esencial de lo irrelevante
Tener en cuenta estas cuestiones a la hora de exponer un tema, es de suma importancia puesto que se supone que el expositor debe crear un puente entre lo dado y lo nuevo.
Siguiendo a E. Sánchez Miguel (1992:222), lo dado está constituido por todo aquello que consideramos compartido con el interlocutor y que por lo tanto, no necesitamos mencionar en el transcurso de la comunicación, en tanto que lo nuevo es la parte del discurso que se pretende informativa o relevante para el interlocutor.
Este compromiso exige, además, en el ámbito de la interacción expositor/ oyente la instancia de evaluación que constituye el medio para poder determinar si lo expuesto constituye o no, una base común sobre la cual podrán ir asentándose las nuevas ideas.
Siguiendo al autor recién mencionado, consideraremos una de las formas de interacción oral, la de docente-alumno, aunque pueda hacerse extensible a otros ámbitos, con algunas salvedades.
Según el mismo autor, tanto en lo dado como en lo nuevo, pueden distinguirse categorías, las que puntualizamos del siguiente modo:
- En lo dado:
Creaciónde un contexto cognitivo común:
- evocar conocimientos previos pertinentes al tema;
- indagar directamente esos conocimientos en los alumnos,
- dar un sentido a lo que se va exponiendo,
- explicitar qué idea se va haciendo el expositor de lo que ocurre en la mente de los destinatarios;
Creaciónde un marco relacional o de trabajo:
- expresar y reiterar cada tanto los objetivos;
- proponer a los alumnos una determinada actitud o implicación en la tarea (compromiso).
Tener en claro estas cuestiones contribuye a disminuir las dificultades antes apuntadas en relación con la escasez de conocimientos previos. Por su parte, considerar las categorías de lo nuevo ayuda a atenuar los otros aspectos mencionados.
- En lo nuevo:
-Eldesarrollo progresivo de las ideas,
- los apoyos que los profesores dan a esas ideas (no añaden información en sentido estricto, más bien repiten o dicen con otras palabras),
- los enlaces retóricos que son recursos que se emplean para explicitar y reforzar la articulación de las ideas. Por ejemplo:
- enlaces temáticos en los que se señaliza la introducción de un nuevo tema o se identifica cuál es en concreto;
- recapitulaciones que ayudan a conceptualizar las ideas globales (macroestructura),
- ordenadores textuales que indican la organización global del discurso (señales de la superestructura).
Por otra parte, además de las pistas verbales podríamos decir que el modo de presentar la información debe corresponderse con ciertos rasgos fónicos (G.Vázquez: 2005:75):
- Cuando se introduce información nueva la velocidad a la que se habla disminuye, la pronunciación es más cuidada y las pausas entre las palabras, breves.
- Cuando se transmite información sobre el propio discurso, la enumeración de lo que se va a decir está marcada por pausas y la entonación suspensiva.
- En las recapitulaciones, la velocidad es relativamente rápida.
- En el caso de opiniones o de información evaluada, la información también es rápida pero el volumen de la voz sube y baja para llamar la atención.
Con respecto al léxico utilizado en las exposiciones, podríamos decir que interactúa constantemente en lo dado y lo nuevo. Si el público no es experto en el tema, no es bueno emplear vocabulario técnico. Más bien es conveniente emplear muy poca terminología específica y explicarla del modo más accesible con definiciones operativas, ejemplos o analogías. En cambio, si la audiencia es de especialistas en un campo específico del conocimiento, el conocimiento terminológico, en general, se dará por supuesto o se lo tematizará cuando quieran aclarar los alcances, las redefiniciones o el sentido específico que se asigne a determinados términos en el contexto de la exposición o del área del saber en cuestión.
Por último, para asegurarse que lo presentado como nuevo haya sido comprendido por los alumnos y en qué medida lo ha sido, se plantea una instancia de evaluación en la que se consideran dos categorías:
- La pseudoevaluación, es decir, una mera invitación retórica a los alumnos a confirmar que han comprendido;
- La evaluación propiamente dicha que conlleva una indagación específica que garantice que los alumnos han comprendido lo que se trata de explicar.
Considerar estas dimensiones facilitaría el proceso de comprensión que se plasmará en la toma de apuntes como último eslabón de un proceso que se inicia en la descodificación.
Para recordar:
- El sentido de la vista tiene una importancia fundamental en el procesamiento de los datos que nos vienen del exterior. Se dice que una imagen vale más que mil palabras.
- De allí, la conveniencia de respaldar la exposición oral con soportes gráficos (esquemas, imágenes), recurriendo a los recursos tradicionales (tiza y pizarrón, retroproyector) o a las últimas tecnologías (powerpoint). En el caso de los esquemas, es importante que contengan pocas palabras pero muy significativas. Con respecto a las imágenes, por supuesto, es necesario que sean llamativas (en cuanto a colores, contornos, tamaños, etc.)
- Los destinatarios de nuestras exposiciones orales no tienen períodos largos de atención. Es necesario mantenerlos atentos, motivados y ala vez, distendidos mentalmente. Para ello, es conveniente intercalar el despliegue teórico con ejemplos, anécdotas o pequeños relatos ilustrativos.
BIEN CHICOS, NOS VEMOS LA PRÓXIMA CLASE
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